Impacto de la retroalimentación

Uno de los pasos más importantes después de la evaluación de desempeño es la retroalimentación. La retroalimentación es un proceso de comunicación entre jefe y colaborador en el que se intercambian comentarios, recomendaciones y sugerencias con el objetivo de desarrollar al colaborador en sus áreas de oportunidad para lo que se establecen nuevos objetivos y compromisos de las dos partes.

Establecer objetivos claros y alcanzables es el primer paso para impulsar el compromiso, pero evaluarlos y a su vez retroalimentarlos, permitirá crear estrategias para mejorar las áreas de oportunidad, identificadas y cerrar brechas, lo que le permitirá al colaborador tener una idea sólida de la calidad de su trabajo, nivel de cumplimiento y con ello podrá realizar los ajustes pertinentes para optimizar su trabajo y explotar sus fortalezas, lo que generará equipos de alto rendimiento.

Cuando la retroalimentación se vuelve parte de la cultura y se asume como una práctica cotidiana, los colaboradores muestran mayor apertura y actitud positiva ante la crítica, en tanto que cuando se da de manera intermitente o desfasada se asume como crítica negativa por lo tanto no favorece el crecimiento del colaborador.

Una retroalimentación efectiva es la base para consolidar el compromiso de un equipo debido a que genera una mayor cercanía, lo que se traduce en la fidelización de los colaboradores surgiendo una corresponsabilidad entre la organización y el colaborador en la que se cumplen los objetivos personales y de la organización.

Otorgar y recibir retroalimentación se ha convertido en una de las habilidades más valoradas en el mundo laboral, por ello habrá que incorporarla como parte de la cultura organizacional.